Se prohiben los Tribunales de Honor en el ámbito de la Administración civil y de las organizaciones profesionales.
Los Tribunales de Honor son un recuerdo del pasado. Se trataba de la posibilidad de que los miembros de un determinado colectivo decidieran si una persona valía o no para ejercer una determinada profesión, sin basarse en criterios legales preestablecidos, sino en cuestiones de corte moral y subjetivo.