Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional.
Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la ley establezca. Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos.
El Artículo 19 de la Constitución Española de 1978 garantiza el derecho de los ciudadanos a la libre circulación y residencia por todo el territorio nacional. Esto significa que cualquier persona que sea ciudadano español tiene el derecho de desplazarse, viajar y vivir en cualquiera de las regiones o ciudades del país sin restricciones.
Este artículo es muy importante, ya que reconocer la libertad de movimiento implica proteger un conjunto de derechos fundamentales relacionados con la vida, el trabajo, la igualdad y el bienestar social. En otras palabras, este artículo brinda a los ciudadanos la posibilidad de elegir el lugar donde quieren vivir, trabajar y en última instancia, construir y desarrollar sus vidas, dentro de España.
Además, este derecho también tiene una incidencia directa en el fomento de la cohesión nacional, pues al no haber restricciones a la movilidad, se promueve una mayor conexión entre distintas regiones y comunidades, al tiempo que se facilita el intercambio cultural y socioeconómico a nivel territorial.
Cabe destacar que, aunque el artículo establece una premisa general de libre circulación, existen ciertas situaciones en las que, por razones de seguridad o interés público, las autoridades pueden poner restricciones puntuales al ejercicio de este derecho, pero siempre dentro de un marco legal y con proporcionalidad y justificación.